jueves, 14 de enero de 2021

¿QUÉ SON LAS NEUROCIENCIAS?


Evocar el grato momento que tuvimos en la reunión pasada puede ser un hecho cotidiano, casi, como sentir apremio por terminar los trabajos pendientes por entregar. Recordar con dolor la pérdida de algún familiar, mientras, estamos caminando o contestamos el móvil. ¿Dónde están almacenados mis recuerdos?  ¿Cómo se generan mis pensamientos? ¿Por qué, cambia mi estado de ánimo? ¿Cómo puedo hacer varias cosas, a la vez, casi, sin darme cuenta? O, ¿Por qué siento esa baja de energía al ver las noticias por televisión? Nuestro conocimiento del mundo, actitudes, la ira, sorpresa, frustración y otras emociones provienen de nuestro cerebro. Decía Hipócrates “Los hombres deben saber que las alegrías, gozos, risas y diversiones, las penas, abatimientos, aflicciones y lamentaciones proceden del cerebro y de ningún otro sitio” hace 2,500 años.

 El ser humano, desde los albores de la humanidad, siempre, quiso saber, quién era, de qué formaba parte; es decir, conocer su esencia. Entendiendo esencia como la suma de sus pensamientos, emociones y reacciones ante el mundo, en definitiva, saber en qué parte de su cuerpo se alojan sus sentires. En esos inicios la principal preocupación era la supervivencia y las cosas prácticas, por eso, no es hasta que se constituyen las sociedades significativas que la neurociencia comenzó a tomar relevancia en la vida del ser humano (Michael Gazzaniga, 2006). Ha sido un largo proceso, donde ilustres personajes realizaron incontables experimentos en condiciones mínimas para ir desvelando los misterios que encierra el cerebro. Hoy en día, se cuenta con el apoyo de la tecnología y la inteligencia artificial para lograr destacados avances para entender parte del funcionamiento del cerebro.

 

Mientras están leyendo estas líneas, probablemente, no tienes idea de cuántos circuitos neuronales está activando tu cerebro para realizar la lectura; tu cerebro está enfocado en interpretar el mensaje que viene detrás de las letras que representan una gama de sonidos y que se unen para formar palabras, frases y oraciones con un determinado significado. La lectura es una actividad, muy compleja que el cerebro debe aprender a realizarla, ya que no vino programado genéticamente para leer. La lectura es un invento del ser humano, por eso, el cerebro debe realizar un aprendizaje estableciendo una serie de conexiones nerviosas en diferentes partes del cerebro, el área visual y el aparato fonoarticulador para leer.

 

Pero ¿qué son las neurociencias? Las Neurociencias son una convergencia de varias disciplinas como la biología, física, química, neurología, genética, psicología, psiquiatría, neuropsicología, informática, entre otras, que estudian el sistema nervioso en su conjunto desde diversas aristas; la estructura, funcionamiento e interrelación con el medio, la actividad bioquímica y eléctrica, el desarrollo farmacológico y las patologías que lo afectan. Aborda el cerebro, porque, él, es quien dirige a todo este sistema. La neurociencia pretende conocer en qué áreas del cerebro se dan los diferentes procesos que nos hacen percibir el mundo y reaccionar a los estímulos externos e internos perfilando nuestra Identidad Personal, nuestro YO.

 

Los neurocientíficos esbozan la posibilidad que la Identidad personal, además, de los recuerdos, es la CONCIENCIA, es decir otro YO. El YO de la conciencia es el que cambia constantemente el que tiene que ver con la conciencia (varía, cuando estamos felices, jugamos, nos ponemos tristes, ansiosos, etc.). Este cambio tiene que ver con la “Plasticidad cerebral”, ya que el cerebro se modifica a sí mismo. Para eso, debemos variar nuestra rutina, salir de la zona de confort para modificar los hábitos que nos pueden estar causando insatisfacción. Viajar, conocer otros lugares, dormir las ocho horas, cambiar de amigos y costumbres, ayudarán al cerebro a generar nuevas conexiones causando placer y bienestar.

 

Desde épocas remotas, filósofos, pensadores y aún hoy en día, algunos neurocientíficos señalan que cerebro y conciencia son dos ámbitos separados. Esta dualidad de sustancias coloca de un lado lo objetivo (la materia, el cerebro) y de otro lado, lo subjetivo (la conciencia, mente y alma). Lo cierto es, que la conciencia es un producto cerebral, surge de la actividad cerebral, producto de la interacción de las neuronas. Es el caso, que cuando se aplica una neurocirugía o anestesia influyen en la conciencia, estamos inconscientes, dormidos. Es interesante saber que en el caso de cerebros escindidos (hemisferios cerebrales separados por la extirpación del cuerpo calloso) los hemisferios pueden actuar con dos perspectivas diferentes, es decir, tener dos percepciones distintas.

 

La conciencia es la forma como el individuo percibe el mundo exterior y como se ve a sí mismo. Se puede determinar que la conciencia es producto de la actividad cerebral, lo que falta determinar es cómo se realiza; aún hay un vacío explicativo.

Hay muchas actividades que realizamos inconscientemente y muy pocas actividades se hacen de forma consciente. La conciencia está íntimamente relacionada con la subjetividad del individuo, intencionalidad, continuidad y selectividad. Un dato muy interesante es que de los 10,000 millones de neuronas que existen en la corteza cerebral, 9,000 millones se ocupan de lo relacionado con la conducta. Aún, queda mucho por estudiar y establece cómo se genera la consciencia.

 

Una de las áreas que es prioridad en las neurociencias, es el aprendizaje y la memoria: ¿Cómo se genera un recuerdo, se fija o se olvida? ¿Cuál es el mecanismo para almacenar en nuestra mente algunas experiencias y por qué olvidamos otras? Aún, no hay una respuesta absoluta, pero, conforme se ha ido desarrollando esta ciencia multidisciplinaria se van revelando aspectos muy importantes.

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