domingo, 4 de marzo de 2018

DISCURSO POR EL 78 ANIVERSARIO DEL CLUB PROVINCIAL PACASMAYO



Buenas noches distinguidos concurrentes.

Sr. Pdte. Del club provincial Pacasmayo.

Miembros del Consejo Directivo

Realmente, es muy grato dirigirme a tan selecto público para dar algunas pinceladas sobre la historia de nuestro Club.

Y voy a iniciar mi alocución con una pregunta:

¿Qué llevó a estas singulares personas que salieron de su pueblo? muchos de ellos jóvenes, para seguir estando juntos en un lugar distante y desconocido?

La respuesta parece ser muy clara:
Pero, podríamos ensayar algunas posibilidades:
 Se reunían porque, desean tener una pertenencia de grupo.
 Compartían los mismos objetivos.
 Tenían las mismas metas.
 Querían dar y recibir energía.

Todas son válidas, que duda cabe. Sin embargo, hay una que me parece más cercana y real.
 Para compartir recuerdos y vivencias, para ver en los ojos de todos los que se reunían:
 La tranquilidad y señorío de San Pedro mientras degustaban los incomparables tamales.
 Tal vez, sentían el aire que se filtra entre las palmeras de la Plaza de Armas de Jequetepeque mientras imaginan beber una rica chicha, de esa enterrada.
 O, transitar las emotivas e históricas calles guadalupanas, haciendo tiempo para placerse con los exquisitos sánguches de pavo.
 Admirar desde San José las tierras del cacique Tecapec y caminar en el intrincado cañoncillo
 O, vivir el colorido y agitado comercio en Chepén. En esa época era parte de la provincia.
 No me cabe duda que evocaban la serenidad y belleza de una de las más hermosas playas, donde un Faro y Muelle, fungen de guardianes.



No es fácil dejar la tierra, tus costumbres, la hora de ir al mercado o, simplemente, saludar a las personas que caminan por sus veredas, de quienes conoces a sus padres y sabes de memoria las chapas de todos.

Estas personas pensaron todo esto, por eso, llamaron a los amigos que radicaban en la capital y juntos emprendieron la ardua tarea de hacer un rinconcito de su provincia en la vorágine limeña.

Llevaron a sus hijos y parientes. Ilustres grupos familiares brindaron su colaboración, dedicación y, sobretodo, lo más preciado en la vida de un ser humano entregaron su tiempo, para fortalecer este club que se inició en el Jr. Higueras. El enorme gesto don Damaison, que adquirió este terreno y, luego, muchos connotados socios y personas notables de la provincia fueron adquiriendo bonos para cubrir ese costo.

Se formaron interesantes grupos que coadyuvaron a la labor de los diferentes Consejo Directivos que fueron elegidos: Comité de Damas, Comité de damas de la Virgen de Guadalupe. Muchos conspicuos socios realizaron interesantes actividades económicas para adquirir el área que hoy es el campo deportivo. Otros, contribuyeron con parte de su peculio para hacer realidad la piscina. Grupos criollos armaron peñas, fiesta, tertulias y campeonatos deportivos en estos recintos. Uno de los últimos grupos, que subsiste, es la peña Los Porteños que va camino a los treinta años de existencia.

Los diferentes presidentes del club se abocaron a consolidar y formalizar al club, cada uno dio un importante y valioso aporte. El club siguió creciendo. Estas últimas presidencias relanzaron al club y consiguieron importantes logros: El espectacular auditorio, el nuevo Bar, remodelación de la cocina, los salones Cañoncillo y VIP, la Piscina temperada. Hoy, por hoy, nuestro Club goza de un inestimable prestigio y ostenta una acabada y moderna arquitectura. Pero, no debemos olvidar que el principal objetivo de quienes soñaron a este club, que hoy nos acoge, fue el de preservar nuestras costumbres, tradiciones; que sigamos trasmitiéndoles a nuestros hijos, familia, amigos, que no olvidemos la tierra que nos dio origen.

¿Qué significa el club Provincial Pacasmayo? ¿entonces?

Que cuando lleguemos al club, sigamos encontrando   el saludo campechano que uno se da en cualquier calle de la provincia, que no falte su seco de cabrito en la fraterna conversación, que se sienta como se mece el arroz bajo el intenso sol sampedrano, que la hermosa  vista de San José será aún más bella si nos encaminamos hacia la libertad”, que se perciba el misticismo de ir a rezar a nuestra virgencita de Guadalupe, que se siga comentando el espectacular cuadro cuando el río decide entregarse al mar, que sintamos esa singular arena que destella cuando el sol teje esos magníficos atardeceres en las playas pacasmayinas y aspiremos esa dilecta brisa que insufla nuestros los pulmones.

Este soberbio edificio, es solo, el ropaje, el atavío de muchos anhelos y recuerdos que anidan en nuestro espíritu. Ningún, coprovinciano debe olvidar este trascendental testimonio. Todos tenemos la obligación de conocer nuestra historia, identificarnos con ella y enseñar al invitado.

Defendamos este grandioso legado, que no se pierda y quede enterrado en las arenas de la ingratitud. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará.
No preguntemos ¿Qué puede hacer el club por nosotros?
Si no
¿Qué podemos hacer por el club?
Felices 78 aniversario Club Provincial Pacasmayo.

¡Muchas Gracias!

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